Ocho de cada diez fármacos usará la nanotecnología en cinco años
El futuro de la medicina pasará por prestar atención a lo más pequeño, a átomos y moléculas cuyo tamaño se mide sobre la escala nanométrica. ¿Pero qué es un nanómetro? Como la definición es compleja, un ejemplo: un pelo humano tiene un grosor de unos 100.000 nanómetros. Del estudio de estas minúsculas partículas se ocupa la nanociencia, una disciplina que revolucionará en los próximos cinco años el mundo de la medicina y el ámbito farmacéutico, ya que el 80% de los nuevos medicamentos y sistemas de diagnóstico utilizarán nanotecnología. Como muestra, un grupo de investigación aragonés está trabajando en el diagnóstico del virus de la gripe con una tira reactiva, como si se tratase de un test de embarazo.
El desembarco de la nanotecnología en el mundo de la medicina es la previsión que manejan los máximos expertos en esta disciplina, que se reúnen en el mayor congreso en esta materia del sur de Europa y que se celebra en el Palacio de Congresos de la Expo de Zaragoza hasta este jueves. Aragón destaca como una de las comunidades autónomas que está apostando por el desarrollo de la disciplina científica --ya en el 2002 se inauguró el Instituto de Nanotecnología de Aragón-- y, de hecho, por eso la capital aragonesa ha sido elegida como sede de este congreso que organiza a nivel nacional la Fundación Phantoms para impulsar el trabajo de la red Nanospain, que engloba a 270 grupos de investigación y empresas del sector.
El potencial de la comunidad aragonesa ha quedado constatado, además, por el récord de participación del congreso con 320 investigadores, la mitad procedentes de otros países como Portugal, Francia, Alemania, Holanda, Italia y México, que buscan mejorar la planificación y la coordinación entre los distintos grupos de investigación en esta materia.
Las posibilidades en el ámbito de la medicina son innumerables. Se estudia en obtener biosensores, que introducidos en un paciente que ha superado un proceso oncológico, son capaces de alertar de por vida del inicio de una metástasis. También se investigan nanopartículas magnéticas para la hipertermia --temperatura corporal anormalmente alta--, con una doble función: facilitar un diagnóstico más preciso de zonas tumorales y al mismo tiempo desactivar las células tumorales mediante calor, a 44 grados.
O medicamentos con nanopartículas en suspensión, que inhalados consiguen llegar a la corteza cerebral, actuando en patologías como el alzhéimer o párkinson. También se están elaborando fármacos contra la artrosis, que se inyectan y se fijan a las articulaciones mediante imanes, evitando además los efectos secundarios habituales en el aparato digestivo cuando se ingieren.
Todo esto, que parece ciencia ficción, está mucho más cerca de lo que parece, al menos físicamente. En la comunidad aragonesa hay trece grupos de investigación, que trabajan en diferentes áreas de esta disciplina. Jesús Martínez de la Fuente, uno de los organizadores de esta cita internacional, desarrolla su investigación en el Instituto de Nanociencia de Aragón (INA), en el ámbito de la nanobiotecnología y la nanomedicina. Actualmente, se encuentra actualmente participando en un proyecto Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Los diferentes grupos que participan en este proyecto están desarrollando agentes de contraste que permitan detectar tumores lo antes posible en pruebas diagnósticas como las resonancias magnéticas. También trabajan en la liberación controlada de fármacos, de modo que en tratamientos como el cáncer, el fármaco solo ataque a las células malas. Y están estudiando un sistema de detección del virus de la gripe a través de tiras reactivas.
También Fernando Palacio, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón y otro de los coordinadores de la cita, destacó las profundas transformaciones que va a suponer la aplicación de la nanociencia. "Se trata de un cambio disruptivo, revolucionario, como el que ha supuesto el correo electrónico", aseguró.
FUENTE. http://www.redaragon.com
El desembarco de la nanotecnología en el mundo de la medicina es la previsión que manejan los máximos expertos en esta disciplina, que se reúnen en el mayor congreso en esta materia del sur de Europa y que se celebra en el Palacio de Congresos de la Expo de Zaragoza hasta este jueves. Aragón destaca como una de las comunidades autónomas que está apostando por el desarrollo de la disciplina científica --ya en el 2002 se inauguró el Instituto de Nanotecnología de Aragón-- y, de hecho, por eso la capital aragonesa ha sido elegida como sede de este congreso que organiza a nivel nacional la Fundación Phantoms para impulsar el trabajo de la red Nanospain, que engloba a 270 grupos de investigación y empresas del sector.
El potencial de la comunidad aragonesa ha quedado constatado, además, por el récord de participación del congreso con 320 investigadores, la mitad procedentes de otros países como Portugal, Francia, Alemania, Holanda, Italia y México, que buscan mejorar la planificación y la coordinación entre los distintos grupos de investigación en esta materia.
Las posibilidades en el ámbito de la medicina son innumerables. Se estudia en obtener biosensores, que introducidos en un paciente que ha superado un proceso oncológico, son capaces de alertar de por vida del inicio de una metástasis. También se investigan nanopartículas magnéticas para la hipertermia --temperatura corporal anormalmente alta--, con una doble función: facilitar un diagnóstico más preciso de zonas tumorales y al mismo tiempo desactivar las células tumorales mediante calor, a 44 grados.
O medicamentos con nanopartículas en suspensión, que inhalados consiguen llegar a la corteza cerebral, actuando en patologías como el alzhéimer o párkinson. También se están elaborando fármacos contra la artrosis, que se inyectan y se fijan a las articulaciones mediante imanes, evitando además los efectos secundarios habituales en el aparato digestivo cuando se ingieren.
Todo esto, que parece ciencia ficción, está mucho más cerca de lo que parece, al menos físicamente. En la comunidad aragonesa hay trece grupos de investigación, que trabajan en diferentes áreas de esta disciplina. Jesús Martínez de la Fuente, uno de los organizadores de esta cita internacional, desarrolla su investigación en el Instituto de Nanociencia de Aragón (INA), en el ámbito de la nanobiotecnología y la nanomedicina. Actualmente, se encuentra actualmente participando en un proyecto Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Los diferentes grupos que participan en este proyecto están desarrollando agentes de contraste que permitan detectar tumores lo antes posible en pruebas diagnósticas como las resonancias magnéticas. También trabajan en la liberación controlada de fármacos, de modo que en tratamientos como el cáncer, el fármaco solo ataque a las células malas. Y están estudiando un sistema de detección del virus de la gripe a través de tiras reactivas.
También Fernando Palacio, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón y otro de los coordinadores de la cita, destacó las profundas transformaciones que va a suponer la aplicación de la nanociencia. "Se trata de un cambio disruptivo, revolucionario, como el que ha supuesto el correo electrónico", aseguró.
FUENTE. http://www.redaragon.com
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