Un plan para la productividad. Por Carlos Kuschel
De la crisis del 1998 salimos en forma mediocre. Tuvimos un sobre ajuste de tasas a raíz de gasto público desordenado. Salimos con escasa y cara energía. En los últimos diez años hemos perdido competitividad en 7 años y hemos ganado competitividad sólo en 3. Nuestro crecimiento económico promedio ha pasado a ser inferior al de América Latina y al del mundo. De hecho Chile crece bajo el promedio de los países del mundo después de la crisis de 1998. ¿Ahora, haremos las cosas bien o algo mejor?
Las medidas conocidas en el último paquete y las de los anteriores ocho paquetes no contemplan aspectos de rendimiento, productividad o eficiencia. Tampoco tenemos iniciativas orientadas a la nueva inversión o expansión de la capacidad de generación permanente de empleos. Se apunta a la generación de emergencia o transitoria de empleos.
Las obras públicas vuelven a su punto de partida de hace 3 años. Este gobierno concluye en la misma inercia aletargadora de la actividad.
Los grandes equilibrios macroeconómicos parecen alcanzados, aunque la situación es dinámica y sin cambios en el rendimiento. Pero a nivel microeconómico se mantienen déficit´s de políticas. Las pequeñas y medianas empresas de regiones padecen un tratamiento impersonal parecido al de una gran empresa que tiene gerentes de personal, administrativo, de finanzas, de medio ambiente, de contabilidad, de transporte, de energía, etc, y no es así.
Chile destruye muchos recursos en pérdidas originadas en mal diseño e implementación del Transantiago (US$ 2.000 millones); Ferrocarriles (US$ 1.400 millones); ENAP (US$ 1.000 millones), educación, empleo, agricultura, deportes, obras públicas.
En nuestro país necesitamos volver a hacer las cosas bien. Para que la inversión rinda y la economía crezca rápidamente con la nueva estructura adaptada al mundo que salga de la crisis y ya no al que queda atrás.
Este es el liderazgo que no tenemos hoy, el de gobernarnos orientados a la nueva estructura económica. Los tiempos de la pre – crisis ya no volverán.
Cada empresa buscará su lugar, y lo encontrará a la buena o a la mala. Pero por Chile hay que ubicar el mejor camino para transitar el futuro.
Debemos optimizar el uso de nuestro tiempo y de todos nuestros recursos. Debemos priorizar a qué mercados acercarnos, qué iniciativas concretas, que recursos atraer y asignar, generando más empleos permanentes.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.
Senador.
Las medidas conocidas en el último paquete y las de los anteriores ocho paquetes no contemplan aspectos de rendimiento, productividad o eficiencia. Tampoco tenemos iniciativas orientadas a la nueva inversión o expansión de la capacidad de generación permanente de empleos. Se apunta a la generación de emergencia o transitoria de empleos.
Las obras públicas vuelven a su punto de partida de hace 3 años. Este gobierno concluye en la misma inercia aletargadora de la actividad.
Los grandes equilibrios macroeconómicos parecen alcanzados, aunque la situación es dinámica y sin cambios en el rendimiento. Pero a nivel microeconómico se mantienen déficit´s de políticas. Las pequeñas y medianas empresas de regiones padecen un tratamiento impersonal parecido al de una gran empresa que tiene gerentes de personal, administrativo, de finanzas, de medio ambiente, de contabilidad, de transporte, de energía, etc, y no es así.
Chile destruye muchos recursos en pérdidas originadas en mal diseño e implementación del Transantiago (US$ 2.000 millones); Ferrocarriles (US$ 1.400 millones); ENAP (US$ 1.000 millones), educación, empleo, agricultura, deportes, obras públicas.
En nuestro país necesitamos volver a hacer las cosas bien. Para que la inversión rinda y la economía crezca rápidamente con la nueva estructura adaptada al mundo que salga de la crisis y ya no al que queda atrás.
Este es el liderazgo que no tenemos hoy, el de gobernarnos orientados a la nueva estructura económica. Los tiempos de la pre – crisis ya no volverán.
Cada empresa buscará su lugar, y lo encontrará a la buena o a la mala. Pero por Chile hay que ubicar el mejor camino para transitar el futuro.
Debemos optimizar el uso de nuestro tiempo y de todos nuestros recursos. Debemos priorizar a qué mercados acercarnos, qué iniciativas concretas, que recursos atraer y asignar, generando más empleos permanentes.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.
Senador.
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